LAS CONÍFERAS ESTÁN ADAPTADAS A CLIMAS FRÍOS.
Las coníferas existen aún en vastas zonas del planeta y
estas incluyen a:
Los cipreses, los abetos, las píceas, las cicutas y los
cipreses. Son abundantes en frías
latitudes septentrionales y a grandes alturas, donde las condiciones
del clima son secas, la lluvia es
escasa y el agua del suelo permanece
congelada y no hay agua líquida disponible durante el invierno.
Las coníferas han encontrado adaptaciones de diversas
formas:
-La primera es que ha
conservado las hojas durante todo el año
por lo que se denominan perennifolias, esto les permite seguir fotosintetizando y
creciendo lentamente cuando otras están
aletargadas.
- La segunda adaptación es que
las hojas de las coníferas son como agujas delgadas cubiertas por una cutícula gruesa que es impermeable para reducir la
evaporación.
Y la tercera
adaptación es que la sabia de las coníferas contiene un anticongelante
que les permite continuar transportando
nutrientes en temperaturas que
están bajo el punto de congelación y que es el que le da el gran aroma a pino. 
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